En un pasaje de "Futbol sin Trampa", César Luis Menotti y Angel Cappa conversan sobre los intelectuales que ignoran el fútbol e incluso lo combaten, dice Menotti"Pienso en los estudios serios que se podrían hacer... Es una lástima que un intelectual que está trabajando para mejorar la sociedad, ignore el fútbol".Tal vez uno de los casos mas conocidos del intelectual opuesto al fútbol, sea el de Jorge Luis Borges, que lo calificó de "un deporte estúpido, uno de los peores crímenes de Inglaterra... es feo estéticamente. Once jugadores contra otros once corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos". Cuando la Aregentina organizó y ganó el Mundial '78, Borges se mantuvo recluído al márgen del suceso que atraía la atención de gran parte de su país, que olvidaba por un mes la férrea dictadura de la que era víctima.
Un amigo de Borges, y también gran escritor, Adolfo Bioy Casares, era, contrariamente, amante de los deportes; del fútbol, pero especialmente del boxeo (era gran admirador del pugilista Justo Suárez), además practicaba asiduamente el ténis.
A propósito de Justo Suárez, Cortazar escribió el cuento "Torito", incluído en "Final de Juego" (1956) inspirado en la trayectoria de Suárez.
Ernesto Sábato practicaba deportes en la Universidad de La Plata, rugby, lanzamiento de disco, boxeo y fútbol. Es simpatizante de Estudiantes de La Plata y tiene al fútbol como una de sus debilidades, así lo decía en una entrevista a "El Gráfico": "porque es una pasión y yo siempre he sido un hombre de pasiones, basta con ver un partido para apreciar la belleza de éste deporte", decía al respecto a la vez que se recordaba a sí mismo como un back derecho violento cuyo apodo era "rompecanillas", también en esa nota reconoce en la raza negra como superior en lo que a deportes se refiere, ya que tiene condiciones propicias "como el movimiento propio de un felino, como Pelé".
Otros casos, mas lejanos, pero ilustrativos, son las experiencias desde el arco de Camus y el "Che" Guevara, o el fanatismo de Sartre por el Paris Saint Germain, citadas por
El caso de García Marquez, es también interesante: asistía a los estadios desde su primera época de periodista, en "El Heraldo" de Barranquilla, donde se hizo hincha del Junior. También jugaba, de defensor, por recomendación médica que le prescribió practicar fútbol por razones de salud "ya que leía mucho y no practicaba deporte".
Osvaldo Soriano, autor del cuento "El penal mas largo del mundo", es otro ejemplo, pero en su caso era un verdadero hincha apasionado, de San Lorenzo y del "nene" José Sanfilippo; además, en su obra, el tema del fútbol, estaba presente en sus novelas y también en sus cuentos, aún de manera complementaria.
Y si de pasión se trata, el caso de Roberto Fontanarrosa, es el más gráfico de todos; creador del mejor cuento de fútbol escrito hasta la fecha "19 de Diciembre de 1971" donde transmite su fanatismo por Rosario Central y demuestra como un supuesto oficio subalterno, puede inspirar grandes creaciones.
El caso de Jorge Valdano es diferente, ya que se trata de un ex jugador de fútbol que se acercó a la literatura desde su juventud (Maradona comentaba que en la concentración de México 1986, Valdano - su compañero de cuarto - tenía libros hasta en el baño). Comenzó publicando artículos para el peródico El País de España (reunidas en El Miedo Escénico y Otras Hierbas Santillana 2004) para luego ser el primer recopilador de Cuentos de Fútbol, 1995, donde se encuentran cuentos de Benedetti, Bryce Echenique, Soriano, Fontanarrosa, y del propio Valdano, entre otros.
Citas tomadas de "El Gráfico" Grandes Reportajes 1994,Revista Goles y Revista Superfútbol.

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