
El argumento es llano y esta explicitado desde el inicio mismo de la novela, donde el pintor Juan Pablo Castel –personaje en primera persona y narrador- refiere que él mato a Maria Iribarne.
Durante el desarrollo de la obra, Castel muestra a sus posibles lectores parte de su vida interior, que explicaría en cierta medida los motivos por los cuales tuvo que matar a Maria.
Un ser sensible, maniático y contradictorio discurre por la ciudad que le es hostil; Castel, autocrítico y pesimista respecto a la condición humana, disfruta analizando las miserias propias personales y comunes de la sociedad. Un suceso altera su cotidianidad: la exposición en el Salón de Primavera de 1946, donde presenta un cuadro llamado Maternidad, el mismo es ignorado o someramente visto por los concurrentes a la exposición – sobre todo por los críticos a los que Castel desprecia-, excepto por una mujer, que al verlo se conmueve un instante frente a la ventanita, parte del cuadro que estaba a un costado del mismo en el que aparecía la imagen de una mujer en una playa frente al mar mirándolo. Al ser ella la única persona a la que le había interesado la escena de la ventanita, Castel la supone –íntimamente- como también la única persona que pudiera comprender su pintura y a él mismo. Meses mas tarde, después de imaginar posibles encuentros, la ve en la calle y decide seguirla; lo hace hasta que ella entra a un edificio; cuando ella esperaba el ascensor, Castel le pregunta si ese es el edi

La metáfora de El Túnel, que seria el mundo inhóspito, de desesperanza, e ironía doliente respecto a los seres humanos, a Dios y al mundo en general, que habita Juan Pablo Castel, en el que a través de una ventana (la ventanita) se asomara Maria Iribarne, la cual seria un ser similar a él habitando otro túnel, paralelo al suyo; encuentra su contraste ante los hechos fútiles y costumbres chabacanas y convencionales que Castel advierte en ciertas actitudes de Maria. Luego descubriría por iniciativa de la propia Maria, que ella está casada con Allende, quien es ciego y esposo engañado también, además de la no resuelta relación que ella tendría con su primo Hunter. En un arrebato conclusivo de sus crisis analíticas, concluye que debe matar a Maria, y se dirige a la estancia de Hunter (la que Castel ya había visitado anteriormente junto con Maria); allí, ingresa a su habitación y clava el cuchillo que llevaba consigo, en el pecho de Maria Iribarne. De esta forma concluye que Maria era una persona, de las que no vivían en túneles, y simplemente se había acercado, curiosa y transitoriamente, a ver el túnel que el habitaba, solo irremediablemente.
Publicada en su primera edición por la mítica editorial de la revista Sur, que dirigío Victoria Ocampo durante muchos años, y de la cual también fué colaborador con ensayos y reseñas bibliográficas, alcanzó la universalidad de la cual solamente pueden ser capaces las grandes creaciones.
0 Comments:
Publicar un comentario