ESTATISMO ETNICO POPULAR (2da. Parte)

El caso boliviano ha sido estudiado en los últimos años con mucho interés y de él se ha discutido superabundantemente, al estar, en la actualidad inclusive, irresoluto.
Los análisis coinciden en señalar como el inicio fáctico de la crisis del modelo de Estado (neo)liberal a la denominada “guerra del agua” iniciada por la Coordinadora del Agua de Cochabamba, continuando por los cercos campesinos del altiplano de 2001 a los cuales se plegó el movimiento cocalero del Chapare; luego los sucesos de febrero de 2003, en los cuales la división del GES policial inició la resistencia contra un impuesto al salario decretado por el gobierno de la coalición MNR-MIR-UCS, el mismo también tuvo adhesión popular de la ciudadanía de La Paz. Es en octubre de 2003 cuando se termina de quebrar el orden institucional (por demás desgastado y repudiado por lo popular emergente) con el liderazgo de las organizaciones sociales de El Alto, bajo la principal consigna de la no exportación de gas vía Chile, y luego por la unánime exigencia de la Nacionalización de los Hidrocarburos, se sumó además la exigencia de una convocatoria a Asamblea Constituyente en la cual se diera origen a un nuevo texto constitucional. Así, resulto insostenible la continuidad de Gonzalo Sánchez de Lozada quien no concluyo su periodo constitucional cumpliendo la exigencia de las organizaciones sociales y también del sector urbano paceño, que a esas alturas veía esa alternativa como único modo de pacificación del país, debido a que a la demandas principales se sumaron sectores afiliados a la COB (mineros del interior, maestros urbanos y rurales), cocaleros y, especialmente, campesinos de occidente, además de la CIDOB.
Después se sucedieron los gobiernos de Carlos Mesa y Rodríguez Veltze, durante los cuales, aprovechando la debilidad estatal, ganaron amplio terreno las demandas de Autonomía propugnadas por los departamentos del oriente, en principio, a los cuales se sumo Tarija. En esas circunstancias, es que llegada la fecha de convocatoria a elecciones nacionales de 2005 es que conjuntamente se convoco a elecciones prefecturales a nivel nacional.
Luego de esta sucinta y muy ligera relación de los antecedentes al proceso que aquí referimos, llegamos a las elecciones nacionales de 2005 en las que el MAS de Evo Morales consigue la histórica votación de 54 % para posteriormente asumir en de 2006.
En la etapa previa al gobierno del MAS, la bancada parlamentaria de este partido participo de la elaboración de la Ley de Hidrocarburos que el presidente Mesa se negó a aprobar, en la que se establecía un aumento en los recursos por IDH por. Es decir que en la practica, el MAS ya estaba asumiendo roles gubernamentales desde el legislativo.
Álvaro García Linera, vicepresidente tras haber acompañado en la formula a Evo Morales, proponía el llamado “Capitalismo Andino”. Este periodo seria una etapa de transición al Socialismo; dentro, se encontraría un desarrollo particular en el ámbito de un desarrollo general del capitalismo. Al ser Bolivia, en el análisis de García Linera (1), un país no plenamente capitalista debido a que se combinarían dentro del mismo formas capitalistas y no capitalistas, el modelo propuesto por el seria el ideal para afrontar la coyuntura post neoliberal. El capitalismo andino-amazónico se consolidaría con el reequilibrio de esas formas económicas, es decir el potenciamiento de lo no capitalista para que se genere un proceso tendiente a un post capitalismo (modernización de la economía comunitaria). En concreto, para ejecutar el modelo del capitalismo andino amazónico, es imprescindible la intervención económica estatal, su intervención como ente inversor, incluso productor y de subvención por sobre el rol simplemente administrativo y legal.
El sistema de Bonos ha sido ampliamente criticado por la oposición política y mediática del país. En este punto es preciso repasar los argumentos contrarios: el sistema de Bonos estaría generando un circulo pernicioso de conformismo ciudadano y regreso al Estado benefactor de las décadas del ’60 y ’70 del siglo pasado, es decir que el Estado estaría realizando gastos con fines “demagógicos” los cuales llevarían al descalabro económico del país a mediano plazo, debido a que los mismo se volverían insostenibles con el paso del tiempo, siendo que el rol económico estatal debiera estar circunscrito a proporcionar las condiciones necesarias de inversión extranjera y crecimiento del capital productivo, garantizando estabilidad política, seguridad jurídica, con lo cual se generarían empleos y en consecuencia elevaría las condiciones de vida del pueblo boliviano en general. Así, el actual gobierno estaría desperdiciando una extraordinaria coyuntura económica internacional, utilizando los recursos excedentes en bonos y medidas asistencialitas. Por el contrario, desde las cifras oficiales, el gobierno defiende los logros obtenidos en el ámbito social, con el sistema de bonos y también con las campañas de alfabetización y salud (cooperantes con los gobiernos de Cuba y Venezuela). La tesis del gobierno-empresa ya fue superada por la realidad, es decir que el papel de los gobiernos latinoamericanos liberales de privatizar empresas estatales, aun las de servicio público, llevaron al caos innegable que suscito esta “ola” Estadista-Nacionalista de tendencia hacia la izquierda. No sin razón, ya que el descuido social del Estado para con la sociedad, especialmente la comprendida en lo mas deprimido del desarrollo. Es decir, un gobierno que se hubiera desentendido de realizar políticas sociales urgentes, era no solo inadmisible, sino imposible de sostener.
En lo sucesivo, se analizara en detalle la gestión de gobierno del MAS-IPSP, con el antecedente de su programa de gobierno 2005-2009.

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