
Soy un borracho.
Bebo pisco, cerveza, chicha.
Y mi amigo me dice que no beba,
pisco, cerveza, chicha.
Dios bebe y se emborracha
cada vez que produce belleza.
Dios se emborracha contemplando el carrousel
tremendo de los planetas.
Bebe órbitas, constelaciones,
sistemas de estrellas,
y se emborracha.
Y yo soy tan pequeño,
ante Dios,
que mis órbitas,
mis constelaciones,
mis sistemas de estrellas,
son copas de pisco,
botellas de cerveza,
jarras de chicha.
De: Ciencia y Cultura, Revista de la UCB 2000 - La Paz. Jaime Saenz 11 poemas de 1944.
Fiestón en la Península de Yucatán
-
El día en que perdí la timidez y la parálisis escénica para bailar a eso
de mis temblorosos 15 años, pude entender que habíamos llegado al mundo no
para...
Hace 3 días

0 Comments:
Publicar un comentario