Esta búsqueda es ya rutinaria para mi. Por su contenido, un poco infantil (de práctica irrepetible también), no lo he comentado con nadie seriamente, para evitar burlas... ya lo sabrán aquellos que no tienen amigos confiables.
No se trata de nada enigmático, ni de estilo cifrado. Son ciertos "tips" de la conducta corporal necesaria para alcanzar un, cortamente duradero, bienestar (no sé que pueda haber de conocido científicamente por las disciplinas concernientes a las posibilidades físicas, fisiológicas y tal vez anímicas).
Antes aclaro que estos intentos de comprender surgieron desde que comencé a ponderar la importancia de los movimientos motrices voluntarios y, en correspondencia, los gesticulares.
En principio la explicación me resultaba sencilla: "mens sana in corpore sano" decía el cartelito de un gimnasio de revista y resuelto todo. Explicaba, sin ambigüedades, la sensación de libertad que tenía luego de asistir a la escuelita de fútbol, la reactivación de músculos, la irrigación inesperada, el buen humor acompañado de piruetas basquetbolísticas; en fin, una respuesta simple para una eventual pregunta por entonces no planteada. Pero como la sencilléz es aparente y precedente de las mas enrevesadas explicaciones, también ésto.
Todo iba bien, siguiendo un curso lógico; empezaba a engordar un poco por el 91... y zas, abdominales, estiramiento muscular, el simple accionar solucionaron el asunto. Luego, aquella pequeña solución se fué complicando.
Para repetir la condición de equilibrio de mis años infantiles bastaba recordar las situaciones previas, el ejercicio tal, sobre la superficie aquella.
Luego, transcurridos los años, las ejecuciones se han ramificado a sectores del propio cuerpo tan disímiles como la piel de las muñecas, el tamaño de los lóbulos o las protuberancias del cráneo. Todo el ejercicio, su recreación, se ha hecho indisoluble de ciertos estados anímicos; componentes convencionales como lo dietético, encontraron parangones inesperados en aspectos morales y filosóficos. Nada es independiente, la suerte también ha tenido, ante mi, su oportunidad de verosimilitud por soluciones simples a grandes preocupaciones.
Lo concreto es que aquella practica, de intención casí matemática por su intención petrificadora cifral, me ha resultado casi imposible. Reconozco en éste método el último en pos de rescatar esta experiencia del simple delirio o manía y llevarlo a tener alguna utilidad.
Con el fín antes descrito, es que he elaborado esta especie de "decálogo" de equilibrio físico-anímico, recurriendo a los recuerdos y recuerdos de recuerdos de conclusiones finales resueltas hace tiempo ya. Se trata de una cortísima enumeración carente de ciertas precisiones (tal vez decisivas, pero mas no pude) por mi pobreza de lenguaje en referencia a los órganos, músculos, su funcionamiento, etc. Tampoco tengo la pretensión de favorecer a nadie en particular con ésto, porque cada quien encontrará, dentro de sus propias características, sus propios ejercicios y esta es una experiencia particular. Finalmente, disculpas a quienes se molesten con esta lectura y no encuentren un orden mas aprehensible.
Preliminar: Todos los ejercicios parten sobre la base de hacer abdominales.
Paso 1: (Puede no serlo, de acuerdo al estado circunstancial en el que pueda encontrarme. Explicación aplicable al resto de los pasos)
Abdominales, base.
Las plantas de los pies, distendidos, simétricas sobre una superficie blanda, preferiblemente un colchón relleno de lana; abdominales comunes y corrientes: el esfuerzo del tronco hacia las rodillas sin el auxilio de las manos en la nuca. La energía enfocada a una lineal dejadéz por el futuro, lo que se dice reposo mental.
Resultado: Equilibrio. Aptitud para tolerar lesiones internas, para admitir órdenes domésticas, para asimilar información gráfica.
Paso 2:
Mordida perfecta, dentro de mis posibilidades dentarias, sin presiones localizadas, ni exageraciones de fuerza; es decir, mordida sin presión permanente y moderada.
Resultado: Paz un poco abúlica, ideal para los momentos posteriores a perturbaciones sexuales, no recomendable para emprender estudios de ningun tipo.
Paso 3:
Fundamental.
La pisada, una vez posicionado adecuadamente, ejerciendo presión en la parte interior de los talones hacia el suelo (nunca descalzo) contrario a la presión externa que da lugar al tan conocido estilo chueco.
Complemento: Recostado, con las plantas completas sobre el suelo o cualquier superficie, dejando la posibilidad potencial de hacer abdominales. De costado, la rodilla superior presionando sobre la recostada, siempre que (¡debiera ser así!) ambas piernas estén al mismo nivel. Variante: La rodilla apoyada sobre la superficie debe hacer presión contra la posterior (flotante o junta).
Lo descrito tiene la finalidad de reposicionar correctamente los pies. Lograda cierta uniformidad el riesgo es que los dedos puedan tender a singularizarse, esto se puede superar con la simple reafirmación de éste paso, repitiéndolo.
Resultado: Expulsión terapéutica de las incertidumbres decisivas, receptividad al calcio, avidez ante la finitud de la sonrisa sin arrugas.
Paso 4:
Labio inferior hacia adentro, nada mas.
Resultado: En principio, la eliminación de irregularidades en la superficie del labio, el inicio de la perfección.
Paso 5:
A partir de la constante exigencia provocada por los abdominales se produce el fenómeno siguiente: con los pies en aparente reposo, los dedos comienzan a tomar la forma de garras, muy común en la niñéz pero preocupante en estas condiciones.
Resultado: No verificado, de intentar diferenciar entre el dios único y el único dios.ç
Paso 6:
Tener los pies tensionados hacia arriba, aún en movimiento, sin que la función de los dedos sea importante.
Resultado: Esta disposición disminuye la longitud de la parte posterior del cráneo (inevitable aumento de actividad orgánica en la frente ya ampliada), también se destensan las caras de las fosas nasales, eliminando su grasitud externa, por lo tanto, su importancia.
Actitud teatral-cinematográfica, de biografía labrándose. Asusta la tentación de no tener nada que decirse.
Paso 7:
Las manos. El tránsito de la parte posterior. El pulgar activo sobre el índice pasivo para la apropiada posición general que implica al resto del cuerpo.
Resultado: Ya experimentado, furioso de cometer equivocaciones se es capáz de obviar daños menores.
Paso 8:
Del tiempo mas importante, y hasta ahora descuidado, previo a dormir. El brazo posterior siempre sobre el interior (sin exactitudes irrelevantes).
Resultado: Apropiado descanso; con buen humor, aunque insuficiente para condicionar la expresión de lo terrible. Pueden aparecer inconvenientes digestivos de mantener la posición invariable.
Paso 9:
Tendencia hacia atrás de la tibia y el peroné, sin concretar el movimiento, sin influenciar los talones ni el fémur. Este pre-moviemiento puede favorecer a completar el paso 6 (correcto pero de difícil práctica en el devenir).
Resultado: Hacia la abolición del abdómen, correspondiente con la dedicación.
Paso 10:
Vista.
Inaugural del la etapa "vista abajo". Continuando con los abdominales, se acondiciona la dirección de los ojos, de modo que cada uno, y alternativamente, apunte a la fosa nasal correspondiente.
Complemento: La "vista arriba" protegida y limitada por las cejas (presión conjetural interna).
Resultado: Alivio semi demencial.
Paso 11:
Abdominales normales.
La tendencia es: imposibilidad de ver a los gemelos de ambas piernas, teniendo las rodillas juntas; los brazos bordeandolas externamente sin contacto.
Resultado: Dependiendo de la extrema decisión "sin ojos" o con ellos. La primera opción aún contiene esperanzas en éste trabajo.
Paso 12:
Los antebrazos predispuestos a contraerse hacia "arriba" sin énfasis en los tendones sobresalientes, al mismo tiempo que favorecen abdominales concretos.
Resultado: Galán imperturbable e ingenuo. Duración inesperada.
Perfeccionamiento: En lugar de enfatizar la tendencia en los antebrazos, lo correcto es hacerlo desde la región metacarpiana del índice (sin involucrarlo de por sí). El resto es fácil de deducir, las flexiones vendrán por inercia.
Paso 13:
Los ojos bien abiertos y la tendencia de las cejas al modo arqueado, sin surcar la frente.
Resultado: No ha sucedido nada imperecedero.
Paso 14:
El estado físico antes que los detalles. La mirada imposible de las piernas, quiero decir: las caras externas a la línea ósea sobresaliente. Mas gráfico: el punto inicial-superior del peroné (cara interna próxima a la intersección rótula-nervios y demás) hacia atrás, reproduciendo el efecto anterior.
Resultado: La combinación perfecta de una trama maldita de desencuentros angulares. Posible y comprobada en La Paz, en dos mil.
Paso 15:
La estilización conseguida, y abruptamente decadente, da lugar a la inevitable recomposición, que no puede iniciarse sin preparación.
Comenzando con el recurso de los dedos mayores de las manospresionando sutilmente sobre las palmas, neutralizando cualquier posibilidad de retorno a los estados ya superados, dando inicio al dominante e impositivo torrente de sangre en las manos.
Resultado: Sin exageraciones, estación plácida acompañada de una aparente agudización de la inteligencia y sublimación de la frivolidad.
Paso 16:
El sentido atlético perdido, en vias de recuperación, incia. De pie, tensionando los brazos de tal manera que las palmas quedan descubiertas, en perspectiva, bajo el rostro; el detalle es la aproximación del radio y el cúbito con los huesos de la región del metacarpo.
Resultado: Ya se puede concluir que la inestabilidad de cada uno impide cualquier afirmación contundente. El límite no ha sido siquiera posible aún.
Paso 17:
Laxitud necesaria para eliminar el término "abdominales" por uno mas preciso de esfuerzo troncal no dependiente del apoyo ni movimiento auxiliar de los brazos, que descomprimen, a su vez, la región de los pectorales, consiguiendo una sensación de alargamiento del cuello y el final de un absurdo juego de posiciones de las manos, dedos piernas, pies, muslos, etc.
Resultado: Si se consigue dedicar el tiempo a otras cosas será algo que se alcanzará sin esfuerzo. Alguna vez lo supe. Un final felíz, después, en el envejecimiento paulatino estará basada la continuidad.